Es claro que la realidad de los jóvenes es mucho más compleja de lo que a veces pensamos. Por ser una realidad diferente y en permanente cambio, es necesario que en nuestras iglesias locales enfoquemos cuidadosamente este ministerio y que podamos proveerles líderes idóneos y pastorearles de manera tal que puedan conocer al Señor y caminar con él, siendo sal y luz en nuestros países.
Siendo asi, nuestra iglesia tendra jovenes a como los soñaba el Papa Juan Pablo II.
No hay comentarios:
Publicar un comentario